Archivos mensuales: junio 2016

Feel Gades, un proyecto vivido.

 Alex

Alejandro Martínez de la Vega es estudiante de segundo curso de Guía, Información y Asistencia turística y acaba de terminar sus prácticas de empresa. Aprovechando una visita al IES Drago para preparar su proyecto final, hemos hablado con él sobre Feel Gades, un proyecto de la profesora Rosario de la Haba.

¿Cómo nace nace Feel Gades?

El proyecto se desarrolló en en el marco de la materia la materia de Guía, que la llevaba Rosario de la Haba. A ella se le ocurrió la idea de poner en práctica la teoría que habíamos estudiado y llevar a cabo un evento. Estuvimos viendo los diferentes eventos que se habían programado en el centro relacionados con turismo -por ejemplo la feria de los sentidos que se hizo el año pasado- y no queríamos repetir, queríamos hacer algo innovador. Así que pensamos en Cádiz, en su patrimonio histórico y su patrimonio natural, paisajístico, con sus playas y su clima. Intentamos combinar los dos aspectos y así nació lo que denominamos Feel Gades, siente Cádiz.  

¿Y preparasteis el evento siempre en las clases o también fuera?

Fuera y dentro. En las clases Rosario nos ayudó bastante -y no solo Rosario porque se involucraron también Ana López, nuestra tutora María José Santos, nuestra profesora de inglés, y Ana Medina, que nos junto a Rosario llevan la materia de Empresa e iniciativa emprendedora.  

De modo que fue algo pluridisciplinar, porque varias asignaturas colaboraron en el proyecto.

Si, pero la cabeza era Rosario, que es quien propuso la idea, dirigió el trabajo y nos ayudó desde cerca a sacar adelante el proyecto; las otras profesoras colaboraron también, cedieron todo el tiempo que fue necesario y fueron también fundamentales para dar consistencia al proyecto.  

¿Y en qué consistió, ahora ya concretamente, el evento?

El evento consistía en hacer diferentes rutas por Cádiz mostrando distintas temáticas. Se hicieron ocho guías durante dos jornadas; así que se hicieron agrupadas, como un conjunto. En ellas participó toda la clase, 16 en total.

¿Hay alguna de ellas que recuerdes con más fuerza?

Si, yo estuve particularmente vinculado en la que se hizo por el Barrio del Pópulo, la plaza San Juan de Dios, los arcos, y se visitaba el Centro de Interpretación del Teatro Romano, que abrió recientemente; esto en particular fue muy interesante porque los responsables del centro nos permitieron usar las instalaciones como parte de la ruta. Otra ruta que también fue muy especial y que resaltó bastante, es la que hicimos en el Museo del títere, que diseñamos pensando en los alumnos del Aula Específica de nuestro centro.

¿Qué bonito, no?

Si, en el Museo del Títere. El objetivo aquí era hacer que fuera lo más accesible posible, así que estaba muy orientada a la práctica: los alumnos estuvieron manipulando los títeres, participando en los juegos que preparamos para ellos; y la chica que hizo la guía, Olga, se disfrazó para meterse en el papel e intentar que nuestros visitantes estuvieran lo más cómodos posible.

Entonces hizo falta también contar con la instituciones de la ciudad. ¿Lo hizo vuestra profesora o vosotros?

Sí, lo hicimos nosotros. Internamente, para poder desarrollar el proyecto, no todos podíamos hacer todo; así que a la hora de realizar el evento nos dividimos entre los que hacían propiamente la ruta y los que organizaban. Mi función, junto a otra compañera, era más la de ser coordinador del proyecto; éramos nosotros los que tratábamos directamente con las instituciones, por ejemplo con la Catedral, que conseguimos que colaborara para que los visitantes que no eran de la ciudad pudieran visitarla sin coste.

¿Quienes eran los que disfrutaban la actividad? Has hablado antes de los alumnos del Aula Específica pero quienes más asistieron a las rutas.

Asistieron alumnos del Fernando Quiñones y alumnos de 1º, 2º y 3º de ESO del Drago. También los compañeros de informática y de primero de turismo. Y evidentemente, los profesores acompañantes. Luego viene también la colaboración de los alumnos del Grado de Interpretación y Lenguaje de Signos, porque añadimos, y esto es algo complementario y también diferenciador, que las rutas fueran interpretadas por en este lenguaje.

Habéis involucrado a muchos sectores del instituto.  

Si, fue un gran movimiento y exigió una gran coordinación por parte del profesorado y también de nosotros. Aunque las cosas fueron creciendo poco a poco: la idea de hacer rutas afectaba en principio solo a  Turismo; pero luego fuimos metiendo a otros institutos, a los alumnos de nuestro centro a los que la actividad venía especialmente bien, por ejemplo en relación con la materia de Historia; y al final terminamos involucrando al Grado de Interpretación y Lenguaje de Signos.

¿Se produjo de manera efectiva la conexión entre teoría y aplicación?, ¿cuál es tu análisis?

Siempre hay una diferencia entre lo teórico, entre lo proyectado, y su aplicación. En nuestro curso estudiamos la historia de Cádiz y su patrimonio, pero a la hora de llevarlo a la práctica descubrimos lo complicado que resultaba, las dificultades que teníamos. Nosotros intentamos hacerlo lo más fácil posible y accesible posible, pensando mucho en las personas a las que las rutas estaban dirigidas. Se trató siempre de adaptar lo teórico a la realidad pero sin duda no todo era posible trasladarlo a la práctica; para conseguirlo hubiéramos requerido más tiempo.  

El proyecto salió en la  prensa; ¿no es así?

Si, se nos ocurrió la idea de llevarlo a los medios de comunicación. Queríamos difundir el trabajo, y que alguien externo al centro se interesara en ella. Nos parecía fundamental que desde fuera se viera que los estudiantes de turismo somos los primeros en valorar nuestro patrimonio.

¿Cuál es la valoración global de la experiencia?  

La experiencia fue buenísima. Cuando hicimos la evaluación en grupo coincidimos en que la experiencia fue muy enriquecedora, porque gracias a ella, por primera vez, entramos en contacto con los futuros destinatarios de nuestro trabajo. Aprendimos mucho, fue una buenísima preparación para lo que será luego nuestra vida profesional. El evento fue muy innovador, cumplió con las expectativas creadas; recibimos la ayuda necesaria para llevarlo a cabo y contamos con un magnífico elenco de público que nos ayudó mucho para que las rutas funcionaran.

Ahora estás preparando tu proyecto final, ¿puedes contarnos de qué irá?

Mi proyecto lo estoy haciendo junto con dos de mis compañeras; se trata de diseñar una ruta turística enfocada al flamenco. Todos sabemos que Cádiz es una de las cunas del flamenco junto al Puerto, Jerez y Sevilla; pero no cuenta una ruta oficial del flamenco. Así que hemos creado una ruta del flamenco incluyendo también a San Fernando; además estamos atendiendo a la gastronomía y hay un espectáculo dentro de la ruta.

Es una estupenda la idea, Alejandro; y no está muy explotada.

Cádiz está viviendo un boom turístico y el flamenco interesa a todos, al turista y también al ciudadano. El flamenco es una parte muy valiosa de nuestro patrimonio cultural. Y lo que quisiéramos es, no solo plantear el proyecto teóricamente, sino llevarlo un día a cabo.