Y allí estaba: un manto blanco y perfecto cubría el césped, los árboles, el camino y todo cuanto yo alcanzaba a ver; un manto absolutamente virgen, intacto y apacible. Nieve. Tenía que ser nieve. (p. 305)
(…)
Era la primera mañana del primer día del nuevo siglo y la nieve cubría el suelo. Cualquier cosa era posible.” (p. 307)
Hoy la reunión ha sido algo menos numerosa que en otras ocasiones, y también ha habido más personas a las que no ha llegado el libro o no han podido terminarlo, ¡ay, los exámenes y las tareas no dejan tiempo para esa actividad fuera de programa que es leer! Ya se nota la presión del curso que finaliza. Tampoco ha habido demasiada unanimidad entre los lectores, a un sector le ha parecido demasiado lenta, carente de acción, pero otra parte ha disfrutado con la historia de esta niña que descubre, pacientemente y a través de la observación, la naturaleza que le rodea, hasta llegar, gracias a su abuelo, a las teorías de la evolución de Darwin. Ha gustado la recreación del mundo de la infancia, sobre todo en aquellas personas cuya niñez transcurrió en zonas rurales, tanto como las acertadas, y no prolijas, descripciones del entorno natural de Calpurnia. De hecho, ha habido alguna lectora en absoluto amante de la biología, que se ha reconciliado con ella gracias a Calpurnia, como también ha habido una profesora de Ciencias Naturales –gracias, Paqui, por tu aportación- que se ha sentido identificada en esa niña que anotaba pacientemente sus observaciones en el cuaderno.
No menos importante en la novela nos ha parecido el empeño de Calpurnia en luchar contra la vida a la que está destinada –un poco de piano, mucho de bordado y cocina- en el comienzo del nuevo siglo, en un pueblo de Texas donde ya ha aparecido la primera mujer que trabaja fuera de casa, la telefonista.
En conclusión, ha sido una lectura fácil y entrañable que nos ha acercado, con cariño, al mundo de la naturaleza y a la teoría de la evolución de Darwin, por lo que en EEUU ha tenido una fuerte repercusión como contestación a las teorías creacionistas.